Recalificar un terreno, se convirtió hace años en una ocasión estupenda para enriquecimiento de políticos de todo pelaje. Una zona que estaba teniendo un uso rural, se recalificaba convenientemente para tener uso turístico, subía el precio de la tierra y en ese trayecto, nada por aquí, nada por allá… salían algunos milloncejos a distribuir entre los pillastres de turno, comisionistas, alcaldes o mediadores varios. Eso pasó en España durante todo el tiempo del boom turístico, aunque hay que reconocer que hoy en día este tipo de acciones se hacen con más descaro, más estilo y resultados de más volumen. En todo caso, la recalificación permitía dar un uso distinto al que se estaba dando hasta el momento, para lucrarse todo quisque.
Hoy día, en la Iglesia de Francisco (parece que es el propietario), se está recalificando todo, sin prisa pero sin pausa. Siguiendo el calendario bergogliano y los estatutos de la mafia de Saint Gall que es la que parece ser que montó el negocio, probablemente con capital judío y otras aquiescencias multicolores. El caso es que la desmitologización propuesta por Bultmann fue un juego de niños, comparado con esto. El protestante Bultmann encandiló a todos los teólogos y jerarcas católicos de la época, al proponer desmitologizar los milagros y todo el contenido del Evangelio que se presumiera mito, o sea, no exactamente histórico. Con este método, se cargó los evangelios en su totalidad, pues se comprobó científicamente que todo era mito. Gracias a Bultmann y sus católicos monaguillos, babosos y corifeos varios, pudimos interpretar existencialmente lo que no era mas que una pura creencia mitológica, exagerada por el panolismo intelectual de la época y mantenida por los centro de poder interesados.
Ahora estamos en otros tiempos. Pasado el viejo Bultmann, hay que desmitificar de otra manera. Hay que recalificar, redefinir, redirigir, reordenar… eso que un post-moderno llamaría cambiar de paradigma. Sólo de esta forma se puede despertar al pueblo fiel de su sueño dogmático y hacerle ver que las cosas no son como se las habían contado antes del Concilio. Y como todavía quedan ciertos resquicios, atavismos y creencias en el tintero, pues se recalifican, se reinterpretan y se destruyen.
Hay que tener en cuenta que las apariciones de Fátima tuvieron lugar hace cien años, nada menos. En aquella época, la Iglesia era más bien madrastra. Todavía no se había determinado la Iglesia a poner la venda de la misericordia antes que el castigo de la intolerancia, y por eso no es de extrañar que estos niños hablaran de visiones del infierno, de almas que iban cayendo al abismo de fuego, o de castigos a este mundo ateo y descreído. Eran unos niños buenos, sin duda. Y por eso los canonizamos aprovechando el viaje. Pero habían estudiado el catecismo en el Astete seguramente y no habían conocido los Catecismos de las Conferencias Episcopales de ahora. Seguro que la catequesis de la Primera Comunión la hicieron con algún cura reaccionario que sólo pensaba en el castigo por el pecado y no en la misericordia. Y además, seguro que les enseñaron a ser rígidos a estos pobres niños. De hecho, parece que sí que lo eran, a juzgar por sus obsesiones por el infierno, por salvarse y por rezar por la conversión de los pecadores. Vamos a canonizarlos, pero nada de pensar que la Virgen vino a traer mensajes de castiguitos y llamaradas de fuego del infierno o de guerras para este mundo. Y mucho menos de que en la cúspide de la Iglesia se perdiera la fe.
El mensaje de Fátima, ha sido sistemáticamente olvidado y despreciado por los Papas, de una u otra forma. Así, Juan XXIII no hizo caso de la Virgen y se negó a publicar el tercer secreto en la fecha que Ella había mandado a los niños videntes. Roncalli comprendió que la Virgen no estaba el tanto de los problemas de nuestro Mundo y que no se había percatado de que era altamente conveniente no publicarlo. La pobrecita de la Virgen exageraba un poco y era conveniente esperar.
Lo mismo hicieron sus sucesores. Aunque se dio un paso más al hacer público el tercer mensaje que como han demostrado suficientes expertos en el tema, ha sido una especie de timo de la estampita. Un mensaje amañado, recortado, sesgado y censurado. Porque una vez más, había que reinterpretar a la Virgen, que no podía comprender que resultaba inadecuado, inconveniente y altamente desaconsejable publicarlo tal cual. Así, Juan Pablo II, con la ayuda de Bertone, Ratzinger y otros, elaboraron esta peculiar desdramatización, haciendo creer que todo se centraba en la persona de Juan Pablo II y su atentado. Mucho habría que hablar de todo esto, pero internet está poblado de informaciones sobre el tema.
Francisco, dando un paso más y en su más puro estilo destructor, ha recalificado y cambiado el paradigma de todo lo que Fátima representa. No sólo se mantiene en la línea de sus predecesores -¿a quién le interesa el tercer secreto, o si la segunda sor Lucía era auténtica o falsa?-, sino que además, ha reinterpretado y recalificado el resto de mensajes de Fátima. Incluso los que no son secreto. La Virgen María, -dice Francisco-, no puede venir a darnos mensajes de avisos de castigos o de peligros, porque Ella es una Madre que nos ama.
Peregrinos con María… ¿Qué María? ¿Una maestra de vida espiritual, la primera que siguió a Cristo por el «camino estrecho» de la cruz dándonos ejemplo, o más bien una Señora «inalcanzable» y por tanto inimitable? ¿La «Bienaventurada porque ha creído» siempre y en todo momento en la palabra divina, o más bien una «santita», a la que se acude para conseguir gracias baratas? ¿La Virgen María del Evangelio, venerada por la Iglesia orante, o más bien una María retratada por sensibilidades subjetivas, como deteniendo el brazo justiciero de Dios listo para castigar: una María mejor que Cristo, considerado como juez implacable; más misericordiosa que el Cordero que se ha inmolado por nosotros?
Véase con cuidado las expresiones disyuntivas. Nada de una María retratada por sensibilidades subjetivas. Pobres pastorcillos de Fátima, que contaron los mensajes de la Virgen bajo su propia sensibilidad subjetiva de infierno, castigo y penitencia.
Yo creía que una verdadera Madre, también da avisos de peligros a sus hijos. Incluso a veces los castiga en directo y sin intermediarios. Cuanto mayor es el peligro, mayor es el aviso. Cuanto más insistente es el aviso, debe ser porque es mayor el peligro. No me imagino a una madre dándole palmaditas en la mejilla a su hijito mientras ve que se está hundiendo en una ciénaga. Pero bueno, ya se sabe que las comparaciones de Bergoglio no son exactamente las de un intelectual de altura. Pero sí que llevan su carga destructora. Se trata en este caso de que las visiones del infierno de los niños videntes estarían provocadas por un catolicismo que hoy día está superado. Nada de infiernos, nada de castigos.
Si acaso, el infierno estaría poblado de los hipocritas rígidos, de los que se niegan a la inmigración, de los que venden armas, de los que no creen en el cambio climático, de los que desean el poder a cualquier precio, de los que promueven la cultura del descarte. Y un largo etcétera.
Por cierto, ahora que lo pienso, la Virgen de Fátima también practicó la cultura del descarte. Mientras que permitió que Lucía y Jacinta escucharan sus mensajes, descartó a Francisco, a quien solamente le permitió verla, pero no escucharla. Como eso fue en 1917, se puede perdonar. Hoy día no haría eso la Virgen. Se habría aparecido a un niño blanco portugués de Lisboa, una niña negra portuguesa de Mozambique y un@ inmigrant@ musulmán@. Al fin y al cabo, Fátima es un nombre muy mahometano.
La imagen de Francisco recalificando Fátima, y la imagen del altar masónico (dentro de un templo masónico) con una custodia que más bien parece sacada de algún Gugenhein masónico, ha sido suficiente para celebrar con un nuevo paradigma este centenario. Por eso mismo quiso estar allí Francisco.
El belén lateral del santuario es pura geometria masonica de compás, el que no quiera ver lo que es GOGlio y la panda de sant Gallo, peor para él, pues lo mejor mundano es para tal clero apostata blasfemo. Todo está casi cumplido ya. THE END.
Pingback: FÁTIMA RECALIFICADA – AMOR DE LA VERDAD
Los edecanes de Francisco no esconden que el «plan» de él y su tropa es imponer un cambio de «paradigma», es decir, una revolución en el Catolicismo para que no lo reconozca ni quien lo parió, o sea, una vuelta de tortilla que lo convierta en una filial masónica más (en una línea ONG) como ya lo son, por ejemplo, la ONU, la UE, la UNESCO o la Internacional Socialista. En el suplemento religioso del diario ABC «Alfa y Omega» los pelotillas sin vergüenza de Bergoglio lo manifestaban así sin rubo el otro día : Francisco viene a aplicar un cambio de «paradigma» …Y es que él ,que es tan humilde, tan humilde, sin embargo, no se conforma con ser el simple vicario del Señor…
Reconocer a Jorge Mario Bergoglio como papa es reconocer el error, la herejía y el odio a lo católico como algo proveniente de Dios. Y está claro que de Dios no puede salir ni errores ni herejías. La mayoría de la gente siguen llamando al satánico argentino «vicario de cristo» por cobardía, interés mundano o por miedo. O sencillamente, porque son igual de impíos que él. La depravación espiritual no conoce límites.
Colgunter no tienes vergüenza seguir haciendo incapíé en que es argentino como si fuera culpa de ellos, realmente eres un cínico.
Natanael que desinformado estás, ¿no conoces lo que fue el pacto de Metz?¿no conoces la ostpolitik?¿no sabes lo que hizo montini en la ONU?¿los edecanes de bergoglio imponen un cambio de paradigma?? ah jaja …. ingenuidad a la enésima potencia.
Una simple lista confirma la intuición de que Francisco es difícilmente el primer Papa en aventurar las novedades que presenta casi a diario en su forma más cruda, sin adornos:
¿Ecumenismo desenfrenado? Nadie jamás ha superado a Juan Pablo II en ese departamento. Como declaró en Ut unum sint, “ecumenismo” – una palabra completamente extraña para el vocabulario de la Iglesia antes de 1962- “no es sólo una especie de ‘apéndice’ que se añade a la actividad tradicional de la Iglesia. Por el contrario, el ecumenismo es una parte orgánica de su vida y trabajo, y por lo tanto debe impregnar todo lo que ella es y hace…” Fue Juan Pablo II quien otorgó cruces pectorales a falsos obispos anglicanos, y fue él quien participó por primera vez en las liturgias conjuntas con ministros protestantes, recordando en Ut unum sint “la reunión de oración, también celebrada en la basílica de San Pedro, en la que me uní a los arzobispos luteranos, los primados de Suecia y Finlandia, para la celebración de las Vísperas…”
¿El diálogo interreligioso? Los eventos en Asís de Juan Pablo II son el vértice de esa novedad escandalosa. Nada de lo que Francisco ha hecho, ni siquiera su ridícula “Oración por la Paz” con judíos y musulmanes en los jardines del Vaticano, o ni siquiera aún el más ridículo partido de fútbol para la paz, se acerca a Asís 1984 y 2002 por valor de conmoción.
¿Torcer las Escrituras para adaptarse a las nociones modernistas? Fue Juan Pablo II, por ejemplo, por todos conocido que redujo la enseñanza de san Pablo sobre la autoridad del esposo sobre la familia a un mero artefacto cultural “profundamente arraigado en las costumbres y la tradición religiosa de la época”-“Que las mujeres estén sujetas a sus maridos, como al Señor: Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia “(Ef 5 22-23)-, pero que ahora es “para entenderse y llevarse a cabo de una manera nueva: como una “sumisión recíproca en el temor de Cristo”, citando Ef 5 21 que no tiene nada que ver con la relación marido-mujer, sino más bien con los cristianos en general, siendo “sometidos unos a otros” en la caridad.
• ¿Indiferentismo religioso? Fue nada menos que Juan Pablo II, en la Redemptoris missio, que sonó el tema post-conciliar: “diferentes pueblos, culturas y religiones son capaces de encontrar un terreno común en la única realidad divina, cualquiera que sea su nombre”. ¡No importa el nombre! Está todo bien.
¿Papas visitando sinagogas? Juan Pablo II fue el primero, el segundo Benedicto XVI. Francisco termina un pésimo tercero en esa contienda de novedad.
¿Papas visitando mezquitas? Juan Pablo II lo hizo primero, seguido por Benedicto XVI, que establece “un nuevo record papal” para visitas a mezquitas: dos veces en siete años.
¿Qué hay de los Papas que visitan las iglesias luteranas y participan en una liturgia? tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI han estado allí y lo han hecho mucho antes de que Francisco llegara de Buenos Aires.
Sin duda, la “exclusiva” entrevista de prensa papal se origina con Francisco? No, tanto Juan XXIII y Pablo VI fueron pioneros de esa innovación.
¿Qué hay de la rueda de prensa papal en el aire? Benedicto XVI lo hizo por primera vez en 2007 y nuevamente en 2010.
¿Ambientalismo papal entonces? Aquí Juan Pablo II venció a Francisco al menos con 24 años, acuñando la frase misma “crisis ecológica”, seguido por Benedicto XVI, quien declaró (en el fino estilo bergogliano) que la “crisis ecológica muestra la urgencia de una solidaridad que acoja tiempo y espacio…”
¿Y qué tal con los abusos litúrgicos papales? Ni siquiera la misa partido de bingo del papa Francisco en la playa de Río superó a los repelentes espectáculos litúrgicos sobre los que Juan Pablo II y Benedicto XVI presidieron en sus diversos viajes.
https://adelantelafe.com/en-defensa-de-francisco/
no es mi intención defender al falsario pero si que ustedes despierten del sopor posconciliar.
Muy buena exposición.
Juan XXIII y Juan Pablo II: Ni Papas, ni santos
https://www.truerestoration.org/juan-xxiii-y-juan-pablo-ii-ni-papas-ni-santos/
En ésta edición especial de Restoration Radio desde Madrid (España), el teólogo Marco Rui Alonso nos entrega un asombroso informe acerca del por qué Juan XXIII y Juan Pablo II en modo alguno pudieron ser papas, mucho menos santos.
En ésta conferencia, grabada el 27 de Abril 2014 en el día mismo de las falsas canonizaciones, junto a hechos ampliamente conocidos, el señor Rui nos revela otros mucho menos conocidos acerca de Roncalli y Wojtyla, que muestran la imposibilidad de que sean papas, y mucho menos aún, santos.
Esperamos que disfruten de esta emisíon.
El movimiento litúrgico desviado
Empezaron bien y terminaron mal: así puede resumirse la tragedia de unos monjes que, desviándose un poco, hicieron naufragar todo el movimiento litúrgico. Dom Lambert Beauduin, Dom Casel, Pius Parsh, Romano Guardini etc; estos hombres no fueron la voz de la Tradición Católica genuina. Quisieron utilizar la Liturgia según sus ideas personales y no transmitir lo que habían recibido de las manos santas de Papas, obispos y sacerdotes que les antecedieron. Influidos por el espíritu de su tiempo, quisieron fabricar liturgias; menospreciaron lo que habían recibido y decidieron eliminar de la Liturgia todo lo que la Iglesia había hecho durante dos mil años, sin tener en cuenta que el Espíritu Santo influyó sobre lo transmitido. El padre Bonneterre dice que: «el doble pecado mortal del movimiento litúrgico desviado es la búsqueda de un arqueologismo desenfrenado que se traduce por el desprecio no solamente de la Liturgia barroca del Concilio de Trento, sino también de la Liturgia de la Edad Media. Lo que cuenta es la arqueología de los primeros siglos que ellos van a resucitar artificialmente».¹
Dom Casel (1886-1948)
Alguien dijo: «Dom Casel nos ha hecho salir del callejón sin salida de las teorías postridentinas del Sacrificio»². Esto significa que Dom Casel, monje alemán, ha destruido toda la barrera que había levantado el Concilio de Trento frente a la herejía protestante que niega la realidad del Sacrificio de la Misa. Dom Casel y sus compañeros triunfaron y sus ideas penetraron profundamente en el catolicismo mediante el Concilio Vaticano II y la nueva Misa fabricada por unos ideólogos³.
Dom Lambert Beauduin (1873-1960)
Dom Casel (1886-1948)
Alguien dijo: «Dom Casel nos ha hecho salir del callejón sin salida de las teorías postridentinas del Sacrificio»². Esto significa que Dom Casel, monje alemán, ha destruido toda la barrera que había levantado el Concilio de Trento frente a la herejía protestante que niega la realidad del Sacrificio de la Misa. Dom Casel y sus compañeros triunfaron y sus ideas penetraron profundamente en el catolicismo mediante el Concilio Vaticano II y la nueva Misa fabricada por unos ideólogos³.
Dom Lambert Beauduin (1873-1960)
Este sacerdote entra en 1906 a la edad de 33 años a la abadía de Mont- César (Bélgica) fundada por la de Maredsous en 1899. Rápidamente descubre en la Liturgia, siguiendo a San Pío X, un maravilloso medio de formar a los fieles en la vida cristiana. Durante unos años trabaja muy bien. Por desgracia, Dom Lambert se desvía poco a poco del camino recto y cambia finalmente los fines de la Liturgia, insistiendo más bien sobre la pastoral litúrgica.
Después de la Primera Guerra Mundial, Dom Lambert se transforma en un entusiasta propagandista del Ecumenismo, es decir, la reunión de todos los cristianos; sus ideas contenían graves errores y eran muy peligrosas para los católicos. Antes del Concilio vaticano II (1962- 1965), Dom Lambert había ya trazado el plan ecuménico que hoy destruye a la Iglesia Católica.
«Nuestro monje muy pronto, sin confesarlo, va a hacer pasar sus concepciones ecuménicas al “Movimiento litúrgico” va a trabajar, (sus sucesores aún más que él), en adaptar nuestra Liturgia católica romana a las necesidades del apostolado, mejor todavía, a las urgencias de la unión de las Iglesias»4.
En 1926, el diplomático Roncalli, futuro Juan XXIII, decía que el método de su amigo Dom Lambert era el bueno. El Papa Pío XI y el Cardenal Mery Val decían lo contrario. Y por esta razón en 1928, Pío XI publicó la encíclica Mortalium animos, verdadera carta del ecumenismo católico genuino. Dom Lambert fue dos veces juzgado por su actitud peligrosa y fue alejado de Bélgica su país natal. En Francia, lugar de su destierro, trabajó y sembró sus ideas revolucionarias en la cabeza de bastantes sacerdotes. Tuvo mucha influencia por ser un entusiasta de primera.
Para los modernistas el Movimiento litúrgico desviado va a ser una arma para hacer de la Liturgia, ante todo, un medio de apostolado; hacer doblegar la Liturgia a las exigencias del apostolado. De teocéntrica, la Liturgia será antropocéntrica. El hombre estará en el centro de la Liturgia y ya no Dios. Algo peor, después de la condenación del modernismo por San Pío X, los modernistas, corruptores de la fe católica, se aprovechan de la Liturgia para continuar cambiando la Iglesia por dentro y conducirnos al caos actual. (Para entender algo del problema, leer la encíclica Pascendi de San Pío X, Humani generis de Pío XII que denuncian al modernismo y a la nueva teología).
Su plan se resume:
Su plan se resume:
Adaptar la Liturgia a las necesidades del apostolado.
Urgencia en la unión de las iglesias a toda costa.
No disociar el ecumenismo de la Liturgia que inocula las ideas de las almas.
En 1946, el padre Duployé hacía esta confidencia:
«Hemos tenido contacto con los representantes de diferentes iglesias cristianas. Dom Beauduin nos enseñó para siempre a no disociar ecumenismo y Liturgia».
El mismo padre dice que el Movimiento litúrgico, en Francia bajo la influencia de Dom Lambert, puso en marcha una gigantesca revolución a la que ya no domina. «Los riesgos existen, y son temibles» confiesa el padre Duployé. «Constituimos una punta avanzada en el clero francés. No hablamos el mismo lenguaje que la mayoría de los párrocos y si la mayor parte del episcopado sigue nuestro esfuerzo con simpatía, cuya sinceridad no pongo en duda, puede muy bien coincidir con una ignorancia casi completa de los principios que nos guían… Entre esta punta de avanzada y la mayoría del clero francés, debemos vigilar, según una táctica que ha sido muy bien puesta de realce… para que no se creen intervalos… debemos saber callar y saber esperar. Públicamente no podemos sino presentar al clero el pan bien cocido. desde el principio de nuestro esfuerzo hablamos de adaptación y evolución litúrgica. Me pregunto a veces si no nos engañamos con estas palabras… Estamos sobre una máquina lanzada a gran velocidad. ¿Somos todavía capaces de conducirla? Les confieso que para terminar, mi cansancio y mis temores».5
Esto fue revelado en 1968 por el discípulo de Dom Lambert. Los liturgistas modernos actúan como una asociación de iniciados, ellos saben lo que quieren, pero los demás reciben pan cocido, no saben a donde los conducen los iniciados.
La santa Sede y el movimiento litúrgico
El 20 de noviembre de 1947, Pío XII mediante la encíclica Mediator Dei, con discernimiento y una habilidad extraordinaria, retiene todo lo que hay de bueno en el Movimiento litúrgico, y condena enérgicamente sus desviaciones. El Papa dice:
«Notamos no sin preocupación y sin temor, que algunos están demasiado ávidos de novedades y se extravían fuera de los caminos de la sana doctrina y de la prudencia… manchan de errores esta santa causa, de errores que tocan a la fe católica y a la doctrina ascética»
El Papa condena las novedades temerarias:
«Hay que reprobar la audacia completamente temeraria de quienes, con deliberado propósito, introducen nuevas costumbres litúrgicas o hacen revivir ritos perimidos, en desacuerdo con las leyes y rúbricas ahora en vigor (…) Sería salirse de la recta vía el querer devolver al altar su forma primitiva de mesa» El Papa termina la encíclica poniendo a los obispos en guardia contra «la introducción de una falaz doctrina, que altera la noción propia de la fe católica». Por desgracia esta falaz doctrina produjo la nueva misa.
La táctica de los modernistas es: ser organizados a nivel nacional e internacional; producir muchos temas que tratan de todos los temas litúrgicos; propagar sus ideas y presentarlas a los obispos favorables a ellos; después de haber convencido a los obispos estimularlos para que presenten al Vaticano estas ideas y deseos de los liturgistas modernistas como si fueran los deseos de los obispos, sacerdotes y pueblo católico. También utilizan los documentos del Papa para un fin contrario a las intenciones del Papa.
A nivel europeo los revolucionarios utilizarán Mediator Dei para continuar la subversión litúrgica. Ellos perdieron el sentido católico primordial de la Liturgia y sus reformas lo harán perder a los católicos con el cambio de la Liturgia a partir del Concilio Vaticano II.
Los dirigentes más peligrosos del movimiento litúrgico eran sostenidos y protegidos por los más altos dirigentes de la Iglesia. ¿Cómo habría podido el Papa Pío XII sospechar que los expertos que tanto alababan los cardenales Bea y Lercaro eran, en realidad, los más peligrosos enemigos de la Iglesia? Apenas muerto Pío XII, Dom Lambert Beauduin dijo a sus compañeros:
«Si eligieran a Roncalli, todo se salvaría: él sería capaz de convocar un concilio y consagrar el ecumenismo»
En 1958, Roncalli fue elegido; y como Papa Juan XXIII abrió las puertas de la Iglesia a la Revolución Litúrgica y Ecuménica mediante el inoportuno y atípico Concilio Vaticano II, rehabilitó también a los teólogos modernistas -Yves Congar y Karl Rahner- condenados por Pío XII; apoyó con todo su poder de Papa a la reforma de la Liturgia; esta supuesta reforma fue una auténtica revolución luterana que causó tantos escándalos, tantos sacrilegios6 y tantas ruinas espirituales, morales y materiales de la Iglesia Católica.
También en este blog: La liturgia ha de ser destruida
El Movimiento Litúrgico que fue iniciado por Dom Guéranger (estando Europa sumergida en plena «herejía antilitúrgica») para devolver al clero el conocimiento y el amor de la liturgia romana y para intensificar la unión de los fieles a la liturgia; condujo finalmente la restauración litúrgica realizada por San Pío X.
Sin embargo, a partir de 1920 sufre graves desviaciones a causa de los mismos hombres de Iglesia que se decían continuadores de la obra de Dom Gueranger, los cuales sentaron las bases y principios directores que desembocarán en el “Novus Ordo” de 1969 (la “Misa” actual).
La desviación del Movimiento comienza con Dom LAMBERT BEAUDUIN, con su tendencia a insistir excesivamente sobre la importancia didáctica y pastoral de la liturgia; dicha tendencia se transformará en preeminencia con los años. Este benedictino, luego de contactos con anglicanos y con representantes de las iglesias orientales, propulsó un ecumenismo completamente desviado.
Roma aún no se daba cuenta del peligro y permitió a Dom Beauduin fundar en Amay-sur-Meuse un «Monasterio de la Unión», con dos comunidades paralelas, una católica y otra ortodoxa. Inspiraba a sus monjes tal amor al oriente que poco después muchos de ellos se pasaron a la iglesia ortodoxa. Roma se alarmó y Dom Beauduin debió abandonar su monasterio. Protegido por Mons. IZART, obispo de Bourges, organizó retiros (que él mismo llamaba «un poco canallas») en los cuales insuflaba sus ideas reformistas y “ecuménicas” a los sace dotes que participaban, especialmente a capellanes de grupos scouts.
Desde 1924, Dom Beauduin trataba con Mons. RONCALLI (¡¡futuro papa Juan XXIII!!), que siempre lo protegerá eficazmente y que adoptó, al menos parcialmente, sus ideas.
Responder
Anónimo27 de mayo de 2017, 16:55
El movimiento litúrgico de Alemania también se desvió rápidamente: Dom HERWEGEN, abad de Maria-Laach, quería liberar a la liturgia de «Las escorias de la Edad Media», Dom CASEL quería hacerla «salir de las teorías post-tridentinas de Sacrificio».
Así, ya en 1920-1925, se trataba de atenuar el carácter sacrificial de la Misa. Romano GUARDINI («maestro de la intuición psicológica») impulsó la moda de la «experiencia religiosa personal».
Estas desviaciones fueron combatidas en Alemania por Mons. GROBER, arzobispo de Friburgo, pero se encontró aislado: todos los demás obispos alemanes sostenían al Movimiento.
En Francia hubo multitud de innovaciones anárquicas en los campamentos scouts, en los movimientos de Acción Católica, y en los campos o colonias de vacaciones, en que intervienen la mayoría de los seminaristas.
En 1943 se funda el Centro de Pastoral Litúrgica, al cual Dom Beauduin fijó la línea de conducta: pedir las reformas con mucha prudencia, simulando un gran respeto por la jerarquía, pero utilizando a los obispos para hacer presión sobre Roma.
Pío XII tomó conciencia del peligro y expuso la Doctrina Católica en dos Encíc1icas: «MEDIATOR DEI ET HOMINUM» y «MYSTICI CORPORIS CHRISTI».
Pero inmediatamente serían desviadas de su sentido original por los comentarios de los innovadores.
A partir de 1950 las posiciones subversivas fueron abiertamente defendidas en numerosas publicaciones, mientras que en las parroquias se multiplicaban las innovaciones: Misa cara al pueblo, lecturas y cantos en lengua vernácula, etc.
En otros países, como Estados Unidos, España, Italia, el movimiento litúrgico, inexistente o menos avanzado, sufre desde 1950 la influencia subversiva de los movimientos alemán y francés. El Movimiento Litúrgico desviado se hace mundial.
Las presiones sobre Roma se hacen enormes, y Roma misma, con reticencia, se encamina por la peligrosa vía de las concesiones: nueva versión del Psalterio, simplificación de las rúbricas del Breviario, reforma de los ritos de Semana Santa, Misa vespertina…
Juan XXIII acaba la reforma litúrgica comenzada por Pío XII, dando así un paso más en el sentido del Concilio. A pesar de algunas deficiencias, en esta última reforma, la liturgia católica permanece sustancialmente incambiada, es decir, en los límites de la ortodoxia católica.
Sin embargo se puede decir que en 1960 el Movimiento Litúrgico desviado ha triunfado: ha sacudido la antigua estabilidad de la liturgia católica y ha insinuado una nueva concepción de ella.
La tarea será definitivamente afianzada por el próximo Concilio Ecuménico: el Vaticano II, ese Concilio que, según las palabras del cardenal SUENENS, será: «1789 en la Iglesia»….
Si con toda esta info no redireccionan el tema de bergoglio no os preocupeis que tengo más para tirarles por esas cabezas duras que tienen a ver si por fin se ablandan …….jaja
LA 3RA GUERRA MUNDIAL Y LA IRA DE DIOS ESTÁN CERCA
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